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Al Pacino revela que estuvo a punto de morir de covid-19
En una reciente entrevista, Al Pacino, uno de los actores más icónicos de Hollywood, sorprendió a sus seguidores al compartir un momento crítico de su vida: estuvo a punto de morir por COVID-19 en 2020. Durante la pandemia, el actor experimentó una fiebre extremadamente alta y una severa deshidratación que lo dejó sin pulso por breves momentos. Pacino relató que, al no tener señales de vida, fue rápidamente atendido por un equipo de paramédicos, quienes lograron salvarlo justo a tiempo.
El actor describió el suceso como una experiencia que lo llevó a reflexionar profundamente sobre la muerte y su propio legado. Durante la crisis, Pacino recuerda haber estado en un estado en el que no podía aferrarse ni a sus recuerdos, describiendo esa sensación como una «extraña papilla» que lo desconcertó. Para un actor que ha interpretado a personajes memorables en películas como El Padrino y Scarface, esta vivencia ha influido en su manera de entender la vida, el envejecimiento y su carrera.
Reflexiones sobre la vida y la muerte
Pacino también habló sobre cómo este momento casi fatal le hizo reflexionar sobre el famoso monólogo de Hamlet: “Ser o no ser”. Este evento le permitió ver la fragilidad de la vida, llevándolo a una nueva comprensión de lo efímera que puede ser la existencia, incluso para las leyendas más grandes del cine.
Impacto en su carrera
Después de esta experiencia cercana a la muerte, Pacino ha afirmado que su perspectiva sobre la actuación también ha cambiado. Considera que este episodio personal podría influir en su enfoque en futuros papeles, ya que le ha dado una comprensión más profunda del miedo, la pérdida y la mortalidad, emociones fundamentales en el arte dramático.
Conclusión
Al Pacino nos recuerda que incluso las figuras más grandes de la cultura popular enfrentan momentos de vulnerabilidad. Su relato no solo subraya la gravedad del COVID-19, sino que también nos invita a reflexionar sobre la vida y cómo las experiencias más difíciles pueden cambiar nuestra manera de ver el mundo.